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Cirugía laparoscópica para cálculos urinarios

Tabla de contenido:

¿Qué es?

La cirugía laparoscópica para cálculos de vías urinarias es un procedimiento mínimamente invasivo utilizado para tratar cálculos renales, ureterales u otros cálculos alojados en el tracto urinario. Durante este procedimiento, se realizan pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se insertan instrumentos quirúrgicos y una cámara delgada y flexible llamada laparoscopio. Esto permite al cirujano visualizar y acceder a las áreas afectadas sin necesidad de realizar una incisión grande.

Estos procedimientos laparoscópicos ofrecen ventajas como una recuperación más rápida, menos dolor y una menor estancia hospitalaria en comparación con las cirugías abiertas tradicionales. Sin embargo, la selección del procedimiento específico dependerá del tamaño, la ubicación y la composición de los cálculos, así como de la evaluación individual de cada paciente de nuestro especialista. 

Ureterolitotomía laparoscópica

  • Ureterolitotomía laparoscópica:

    • La ureterolitotomía laparoscópica se realiza para tratar cálculos que se encuentran en el uréter, el conducto que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga.
    • Durante este procedimiento, se realizan pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se insertan el laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos.
    • El cirujano localiza el uréter afectado y realiza una incisión para acceder al mismo y extraer los cálculos.
    • Después de la extracción de los cálculos, se cierran las incisiones y se coloca un apósito sobre ellas.
    • La ureterolitotomía laparoscópica ofrece una alternativa mínimamente invasiva para tratar los cálculos ureterales y puede ser preferible en casos donde otros tratamientos no son efectivos o apropiados.

Nefrolitotomía laparoscópica

  • Nefrolitotomía laparoscópica:
    • Este procedimiento se utiliza para tratar cálculos renales grandes o complejos que no pueden ser tratados eficazmente con otros métodos menos invasivos.
    • Durante la nefrolitotomía laparoscópica, se realizan varias pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se insertan un laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos.
    • Una vez dentro del abdomen, el cirujano localiza el riñón afectado y realiza una incisión para acceder al sistema renal y extraer los cálculos.
    • Después de eliminar los cálculos, se cierran las incisiones y se coloca un apósito sobre ellas.
    • Este procedimiento se considera una opción efectiva para tratar cálculos grandes o múltiples en el riñón con mínima invasión y tiempo de recuperación más corto que la cirugía abierta tradicional.

¿Para que sirven?

  1. Nefrolitotomía laparoscópica:
    • Propósito: La nefrolitotomía laparoscópica se utiliza para tratar cálculos renales grandes o complejos que no pueden ser tratados eficazmente con otros métodos menos invasivos.
    • Beneficios:
      • Permite la extracción de cálculos grandes o múltiples ubicados en el interior del riñón.
      • Proporciona una visualización directa de los cálculos y las estructuras renales, lo que facilita su eliminación.
      • Ofrece una opción menos invasiva que la cirugía abierta tradicional, lo que puede resultar en una recuperación más rápida y menos dolorosa para el paciente.
  2. Ureterolitotomía laparoscópica:
    • Propósito: La ureterolitotomía laparoscópica se utiliza para tratar cálculos que se encuentran en el uréter, el conducto que transporta la orina desde el riñón hasta la vejiga.
    • Beneficios:
      • Permite la extracción de cálculos ubicados en cualquier parte del uréter, incluidos los más distales.
      • Proporciona una opción eficaz para tratar cálculos ureterales persistentes que no responden a otros tratamientos menos invasivos.
      • Ofrece una recuperación más rápida y un período de hospitalización más corto en comparación con la cirugía abierta, lo que reduce el tiempo de recuperación y el malestar postoperatorio del paciente.

Tanto la nefrolitotomía laparoscópica como la ureterolitotomía laparoscópica son procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos que ofrecen una alternativa eficaz para tratar cálculos renales y ureterales que no pueden ser tratados con otros métodos. Cada uno tiene su propio propósito específico y beneficios, y la elección entre ellos dependerá de la ubicación, tamaño y características de los cálculos, así como de la evaluación individual del paciente por parte del urólogo el Dr. Heriberto.

Procedimiento

El procedimiento de cada tipo de cirugía laparoscópica para cálculos de vías urinarias varía ligeramente debido a las diferencias en la ubicación de los cálculos y los órganos afectados. A continuación, se describen los procedimientos básicos para cada uno:

  1. Nefrolitotomía laparoscópica:
    • Preparación: El paciente se prepara para la cirugía, lo que puede incluir ayuno antes del procedimiento y otros preparativos según las indicaciones médicas.
    • Anestesia: Se administra anestesia general para mantener al paciente dormido y sin dolor durante la cirugía.
    • Posicionamiento: El paciente se coloca en posición lateral o supina, dependiendo de la ubicación de los cálculos y la preferencia del cirujano.
    • Incisiones: Se realizan varias pequeñas incisiones en el abdomen a través de las cuales se insertan el laparoscopio y otros instrumentos quirúrgicos.
    • Visualización: El cirujano utiliza el laparoscopio para visualizar el riñón y los cálculos en una pantalla de video.
    • Extracción de cálculos: Se utilizan herramientas especializadas para fragmentar y extraer los cálculos del riñón.
    • Cierre: Se cierran las incisiones con suturas o adhesivo de piel y se coloca un apósito sobre ellas.
  2. Ureterolitotomía laparoscópica:
    • Preparación y anestesia: El proceso de preparación y administración de anestesia es similar al de la nefrolitotomía laparoscópica.
    • Posicionamiento: El paciente se coloca en posición lateral o supina, según la ubicación de los cálculos ureterales.
    • Incisiones: Se realizan pequeñas incisiones en el abdomen para acceder al uréter afectado.
    • Acceso al uréter: El cirujano realiza una incisión en el uréter para acceder al cálculo.
    • Extracción de cálculos: Se utilizan herramientas laparoscópicas para extraer los cálculos del uréter.
    • Cierre: Se cierran las incisiones con suturas o adhesivo de piel y se aplica un apósito sobre ellas.

Sensaciones

  1. Incomodidad abdominal: Después de la cirugía, es normal sentir algo de incomodidad o sensación de presión en el área abdominal debido a las incisiones y la manipulación de los órganos internos durante el procedimiento.
  2. Dolor leve a moderado: Puede experimentar un cierto grado de dolor en el área de las incisiones o en el sitio donde se encuentran los cálculos. Esto generalmente es manejable con medicamentos para el dolor recetados por el médico.
  3. Sensación de hinchazón: Es común sentir hinchazón o distensión abdominal después de la cirugía debido a la introducción de gas en el abdomen para crear espacio y facilitar la visualización de los órganos durante la cirugía.
  4. Sensación de fatiga: Después de la cirugía, es posible que te sientas cansado o fatigado debido al efecto de la anestesia y el estrés del procedimiento quirúrgico.
  5. Sangre en la orina: Es normal observar sangre en la orina después de la cirugía, ya que es un efecto secundario común de la manipulación de los órganos urinarios durante el procedimiento. Esta sangre generalmente desaparece en unos pocos días.
  6. Necesidad frecuente de orinar: Después de la cirugía, es posible que sientas la necesidad de orinar con más frecuencia de lo normal, especialmente si se ha manipulado el tracto urinario durante el procedimiento.

Recuperación

La recuperación después de los procedimientos laparoscópicos para cálculos de vías urinarias varía según la complejidad del procedimiento, la salud general del paciente y otros factores individuales. Aquí hay algunas pautas generales sobre qué esperar durante el período de recuperación:

  1. Hospitalización: Por lo general, después de la cirugía, se te mantendrá bajo observación en el hospital durante al menos unas horas o, en algunos casos, durante la noche. Esto permite a los médicos monitorear tu recuperación inicial y manejar cualquier complicación potencial.
  2. Dolor y molestias: Es normal experimentar cierto grado de dolor o molestias en el área abdominal y del tracto urinario después de la cirugía. Tu médico puede recetarte medicamentos para el dolor para ayudar a controlar cualquier malestar.
  3. Actividad física: Es importante evitar actividades físicas extenuantes durante las primeras semanas después de la cirugía para permitir que el cuerpo se recupere adecuadamente. Tu médico te dará pautas específicas sobre cuándo puedes reanudar ciertas actividades, como levantar objetos pesados o hacer ejercicio intenso.
  4. Alimentación: Es posible que se te recomiende una dieta suave y fácil de digerir durante los primeros días después de la cirugía. A medida que te recuperes, podrás volver gradualmente a tu dieta normal.
  5. Cuidado de las incisiones: Es importante mantener limpias las incisiones y seguir las instrucciones de cuidado de las heridas proporcionadas por tu equipo médico. Es posible que necesites cambiar los apósitos o vendajes según sea necesario y evitar mojar las incisiones hasta que sanen por completo.
  6. Seguimiento médico: Es probable que se te programe una cita de seguimiento con tu urólogo para evaluar tu progreso de recuperación y asegurarse de que no haya complicaciones. Durante esta visita, puedes discutir cualquier inquietud o pregunta que tengas sobre tu recuperación.

¡No te quedes con la duda!

Es crucial abordar los cálculos urinarios debido a varios factores importantes:

  1. Alivio del dolor: Los cálculos urinarios pueden causar un dolor intenso, que a menudo se describe como uno de los peores dolores que una persona puede experimentar. Abordar los cálculos urinarios ayuda a aliviar este dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.
  2. Prevención de complicaciones: Los cálculos urinarios pueden provocar complicaciones graves, como infecciones del tracto urinario, obstrucción del flujo de orina, daño renal y, en casos graves, insuficiencia renal. Tratar los cálculos de manera oportuna ayuda a prevenir estas complicaciones potencialmente graves.
  3. Mejora de la función renal: Los cálculos que obstruyen el flujo de orina pueden causar daño a los riñones y reducir su función. Al tratar los cálculos y restaurar el flujo normal de orina, se puede preservar la función renal y prevenir el daño irreversible.
  4. Reducción del riesgo de recurrencia: Al abordar los cálculos urinarios y determinar la causa subyacente de su formación, es posible implementar estrategias para reducir el riesgo de que vuelvan a desarrollarse en el futuro. Esto puede incluir cambios en la dieta, aumento de la ingesta de líquidos y, en algunos casos, medicamentos para prevenir la formación de cálculos.
  5. Mejora de la calidad de vida: Los síntomas asociados con los cálculos urinarios, como dolor, micción dolorosa y frecuente, y sangre en la orina, pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente. Tratar los cálculos ayuda a aliviar estos síntomas y permite que el paciente vuelva a sus actividades diarias sin molestias ni limitaciones.

Abordar los cálculos urinarios es fundamental para aliviar el dolor, prevenir complicaciones graves, preservar la función renal, reducir el riesgo de recurrencia y mejorar la calidad de vida del paciente. Si experimentas síntomas de cálculos urinarios, es importante que contactes a nuestro especialista el Dr. Heriberto para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.