Cálculos
Médico especialista
Dr. Heriberto Lujano Pedraza
Cirugías de Cálculos
Las cirugías de cálculos urinarios son procedimientos especializados que se realizan cuando las piedras en los riñones, uréteres o vejiga no pueden eliminarse de forma natural o con medicamentos. Dependiendo del tamaño, ubicación y composición del cálculo, se emplean técnicas como litotricia, ureteroscopía o nefrolitotomía percutánea para fragmentar o extraer las piedras, aliviar el dolor y prevenir complicaciones como infecciones o daño renal.

¿Qué es la cirugía percutánea?
La cirugía percutánea se refiere a la litotricia percutánea nefro lítica (PCNL). Este procedimiento se utiliza para tratar cálculos renales grandes o complejos. Se realiza haciendo una pequeña incisión en la piel de la espalda, a través de la cual se introduce un endoscopio y herramientas para fragmentar y extraer los cálculos. Este enfoque permite tratar cálculos que pueden ser demasiado grandes o difíciles de manejar con otros métodos menos invasivos.

Preguntas frecuentes
Cirugía percutánea
01 ¿Cuándo está indicada?
La cirugía percutánea está indicada para tratar una variedad de condiciones, incluyendo cálculos renales grandes o complejos, quistes renales, tumores renales pequeños, y en algunos casos, para drenar abscesos o colecciones de fluido. También se utiliza en procedimientos de biopsia y en la colocación de dispositivos como stents o catéteres. Es una opción cuando se requiere un acceso directo al órgano afectado con mínimo trauma y rápida recuperación.
02 ¿Por qué se realiza?
La cirugía percutánea se realiza para tratar condiciones médicas de manera mínimamente invasiva, reduciendo el dolor, el tiempo de recuperación y el riesgo de complicaciones. Permite el acceso directo a órganos internos a través de pequeñas incisiones en la piel, facilitando procedimientos como la extracción de cálculos, la biopsia de tejidos, y el drenaje de colecciones de fluido, mejorando así la precisión y eficiencia del tratamiento.
03 ¿Cómo se realiza?
La cirugía percutánea para cálculos renales, llamada nefrolitotomía percutánea, consiste en acceder al riñón a través de una pequeña incisión en la espalda. Usando instrumentos especiales, el cirujano fragmenta y extrae los cálculos grandes o complejos. Es eficaz, mínimamente invasiva y permite una recuperación más rápida que la cirugía abierta.
04 Recuperación
La recuperación después de la cirugía percutánea es generalmente rápida. Los pacientes suelen ser dados de alta en 1-2 días, aunque pueden necesitar 1-2 semanas para una recuperación completa. Pueden experimentar algunas molestias y necesitar reposo relativo, pero la mayoría vuelve a sus actividades normales dentro de un par de semanas.




Urología
Cirugía endoscópica para cálculos
La cirugía endoscópica para cálculos renales es un procedimiento mínimamente invasivo que utiliza un endoscopio, un tubo delgado con una cámara, para visualizar y tratar cálculos dentro del riñón o la uretra. Permite al urólogo identificar y fragmentar los cálculos, facilitando su eliminación. Es una alternativa a la cirugía abierta y ofrece una recuperación más rápida y menos dolorosa.
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¿Cuándo está indicada?
La cirugía endoscópica para cálculos renales está indicada principalmente cuando los cálculos son de tamaño moderado a grande, cuando están ubicados en áreas difíciles de alcanzar con otros métodos, o cuando otros tratamientos menos invasivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEC), han fallado. También es una opción para pacientes con cálculos complejos o con anomalías anatómicas que dificulten otros enfoques. -
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¿Cómo se realiza?
Se realiza introduciendo un endoscopio a través de la uretra hasta el riñón o la pelvis renal. El endoscopio, equipado con una cámara y herramientas, permite al urólogo visualizar y fragmentar los cálculos usando energía láser, ultrasonido o instrumentos mecánicos. Los fragmentos se pueden extraer o permitir que se eliminen a través de la orina.

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¿Por qué se realiza?
Se realiza para tratar cálculos renales de manera efectiva, aliviando el dolor y previniendo complicaciones como infecciones o daños renales. Ofrece una alternativa menos invasiva a la cirugía abierta, con una recuperación más rápida y menos dolorosa, mejorando así la calidad de vida del paciente. -
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Recuperación
La recuperación después de la cirugía endoscópica para cálculos renales es generalmente rápida. Los pacientes suelen ser dados de alta el mismo día o al día siguiente. Pueden experimentar algunas molestias y necesitar reposo relativo, pero la mayoría vuelve a sus actividades normales dentro de 1-2 semanas. La eliminación completa de los fragmentos puede tomar varias semanas, y se recomienda beber mucho líquido para facilitar este proceso.

Preguntas frecuentes
Cirugía para cálculos del uréter
01 ¿Cuándo está indicada?
La cirugía para cálculos del uréter está indicada cuando los cálculos son demasiado grandes para ser eliminados naturalmente, cuando causan dolor severo o obstrucción, o cuando otros tratamientos menos invasivos, como la medicación o la espera vigilante, no han sido efectivos. También se considera en casos de infección o cuando el cálculo está causando daño renal.
02 ¿Por qué se realiza?
Se realiza para aliviar el dolor, prevenir complicaciones como infecciones urinarias o daño renal, y restaurar el flujo normal de orina. La cirugía elimina la obstrucción causada por los cálculos, mejorando así la salud y la calidad de vida del paciente.
03 ¿Cómo se realiza?
La cirugía para cálculos del uréter se realiza mediante ureteroscopía, una técnica mínimamente invasiva que permite acceder al uréter a través de la uretra. Con ayuda de una cámara y láser, el cálculo se fragmenta o extrae directamente, sin necesidad de incisiones externas. La recuperación suele ser rápida y ambulatoria.
04 Recuperación
La recuperación tras una cirugía de cálculos en el uréter, como la ureteroscopía, suele ser rápida y poco invasiva. La mayoría de los pacientes puede retomar sus actividades normales en pocos días. Durante las primeras 24 a 48 horas, es común experimentar molestias al orinar, presencia de sangre en la orina o sensación de urgencia urinaria. Si se colocó un stent ureteral, puede haber incomodidad hasta su retiro, que suele hacerse en consulta una o dos semanas después.
Es fundamental mantener una buena hidratación (al menos 2 litros de agua al día), evitar esfuerzos físicos intensos durante la primera semana y seguir las indicaciones médicas para prevenir infecciones o recurrencia de cálculos. También se recomienda una dieta baja en sodio y rica en líquidos para reducir el riesgo de formación de nuevas piedras.




Urología
Cirugía laparoscópica para cálculos
La cirugía laparoscópica para cálculos renales es una opción mínimamente invasiva que se utiliza cuando los cálculos son grandes, están en zonas difíciles de alcanzar o no responden a otros tratamientos. A través de pequeñas incisiones en el abdomen, el cirujano introduce una cámara y herramientas especializadas para localizar y extraer el cálculo directamente del riñón o del uréter. Este enfoque, conocido como pielolitotomía o ureterolitotomía laparoscópica, permite una recuperación más rápida, menos dolor postoperatorio y mejores resultados estéticos en comparación con la cirugía abierta.
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¿Cuándo está indicada?
La cirugía laparoscópica para cálculos renales está indicada cuando los cálculos son grandes (generalmente mayores a 2 cm), están ubicados en zonas de difícil acceso como la pelvis renal o el uréter superior, o cuando otros tratamientos menos invasivos como la litotricia extracorpórea o la ureteroscopía han fallado. También se considera en casos donde hay malformaciones anatómicas, infecciones recurrentes o dolor persistente que no mejora con manejo médico. Este enfoque permite una extracción precisa del cálculo con menor trauma tisular, menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida que la cirugía abierta -
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¿Cómo se realiza?
Se realiza bajo anestesia general y consiste en acceder al riñón o al uréter a través de pequeñas incisiones en el abdomen. Por estas incisiones se introducen una cámara (laparoscopio) y herramientas quirúrgicas especializadas que permiten al cirujano localizar el cálculo, abrir cuidadosamente el sistema urinario donde está alojado, extraer la piedra y luego cerrar el área tratada. Este procedimiento se utiliza cuando los cálculos son grandes, están en zonas de difícil acceso o no han respondido a tratamientos menos invasivos. Gracias a su enfoque mínimamente invasivo, ofrece menos dolor postoperatorio, menor sangrado y una recuperación más rápida que la cirugía abierta.

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¿Por qué se realiza?
Se realiza cuando los cálculos son demasiado grandes, están ubicados en zonas de difícil acceso o han fallado otros tratamientos menos invasivos como la litotricia extracorpórea o la ureteroscopía. También se indica en casos con malformaciones anatómicas o cuando los cálculos provocan dolor intenso, infecciones recurrentes o deterioro de la función renal -
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Recuperación
La recuperación tras una cirugía laparoscópica para cálculos renales suele ser rápida y bien tolerada. En general, el paciente permanece hospitalizado entre 1 y 3 días, dependiendo de la complejidad del procedimiento y su estado general. Durante los primeros días, puede haber molestias leves en el abdomen o la espalda, así como presencia de sangre en la orina, lo cual es normal y transitorio. La mayoría de los pacientes puede retomar actividades cotidianas en una semana, aunque se recomienda evitar esfuerzos físicos intensos durante al menos 2 semanas. Es fundamental mantener una buena hidratación (más de 2 litros de agua al día), seguir una dieta equilibrada y acudir a los controles médicos para prevenir infecciones o la formación de nuevos cálculos.
Más de 10 años comprometido con la salud y el bienestar de mis pacientes en Toluca.
Dr. Heriberto Lujano Pedraza
